¿Y QUÉ APRENDEN LOS REOS DENTRO DE LA CÁRCEL?

Cuando en el año 2004 el Estado a través del Ministerio de Justicia da inicio
a la Reforma Procesal Penal, con el fin
de acabar con el hacinamiento del sistema penitenciario; debió también crear un
programa de infraestructura concesionada, con la tercerización y contratación
de servicios, especialmente el de la Reinserción Social a la empresa
concesionada privada. Esto último me parece historia repetida si lo comparamos con la educación particular subvencionada, pues
el estado le entrega a la empresa concesionada por 20 años la administración de
todos los servicios que incluye la educación
a través de las bases de licitación (BALI) Y yo me pregunto ¿Hasta dónde
Sodexho, Besalco y el consorcio BAS,
empresas que sostienen a la concesionaria, pueden hacerse cargo de la educación
en los nuevos establecimientos penitenciarios? Y ¿qué participación tiene el
Ministerio de Educación en esta nueva etapa, si el año 2009 cuando por decreto
N° 257 se establece el Marco Curricular para la Educación de Adultos de Enseñanza
Básica y media Humanista Científico y Técnico profesional, y no existe una
palabra que mencione al menos lo que los alumnos privados de libertad deben
aprender.No olvidemos que estas personas provienen de una subcultura que
considera el trabajo honrado como una debilidad personal. Entonces cuando
miramos el enfoque del decreto 257 y nos damos cuenta que está dirigido
precisamente al mundo del trabajo, la contradicción es evidente.
Entonces ¿Qué están aprendiendo estas
personas? ¿Qué les estamos enseñando?. Sin duda que los docentes que ejercen su
función en cárceles hacen definitivamente lo que pueden, porque en definitiva
las personas privadas de libertad no son prioridad, pues si unimos los intereseseconómicos
de la concesionaria que administra recursos del estadoy el Ministerio de
Educación que debe enfrentar problemas permanentes con la educación pública y
particular subvencionada, se concluye que otros temas como Salud ,
vivienda y educación de personas libres
requieren la primera atención del estado.
Ahora bien,En el país existen más de 56.000 personas
condenadas y en proceso de condena en 104 establecimientos penitenciarios, donde
en 99 de ellos se desarrollan procesos educativos de Enseñanza Básica y Media., La matrícula al mes
de agosto de 2011 era de 13.609 alumnos, de los cuales 12.229 eran varones y
1.380 mujeres., cifra muy similar a los 11,969 alumnos que durante el año 2012
se declaró en el PADEM de la ciudad de La Serena como total de su matrícula. Como se observa, no existen
garantías educacionales para el equivalente a todos los alumnos de la educación
municipalizada de esta ciudad.
Y el problema está en los números, pues el
estado tras su gigantesca inversión en su llamada “Reforma del Siglo” depositó en privados la
gestión y administración de los servicios que se relacionan con la Educación, específicamente
el de Reinserción Social, y estas empresas responden con números que ni
cercanamente aportan a la verdadera reinserción de las personas privadas de
libertad a la sociedad. Lo lamentable es que les estamos aplicando lo mismo que
a muchos de ellos los tiene recluidos, les estamos robando el derecho universal
a una educación de calidad
Y entonces ¿qué están aprendiendo? Aprenden
que sólo son un instrumento para la justificación pública de lo bien que lo
estamos haciendo en materia de seguridad y paz ciudadana. Aprenden que la
educación es sólo un requisito para la postulación a beneficios intra y extra
penitenciarios. Aprenden que una vez libres no existen alternativas para ellos.
Por lo tanto invito a liberar la educación
dentro de las cárceles y entregarles a estas personas, enseñanzas que de verdad
les permitan dignamente insertarse en la sociedad a la que han defraudado.
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